martes, 12 de enero de 2021

Maneras de vivir. Rosana Alonso


 Imagen tomada de la Red


Papá elegía las horas de penumbra: de madrugada y al atardecer. Mamá prefería improvisar, según su estado de ánimo tocaba muerte salvaje o plácida. La abuela era tradicional y disfrutaba muriendo una vez al día, en la cama y haciendo aspavientos. Mi hermana presumía ante las amigas saltando desde el acueducto. Cómo se reían después, cuando ella se levantaba de improviso ante los ojos espantados de la gente. Y yo dejaba que me arrollara el expreso de las cinco. Pero hace tiempo que nos aburre la inmortalidad. Acabamos de secuestrar a un viejo, queremos descubrir el secreto de la vida. 

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