Imagen tomada de la Red
Entonces reconocí la mirada de la fotografía. Era aquel cerdo del callejón. El policía asintió con la cabeza y le dio el retrato a otro agente. Dicta una orden de busca y captura, le dijo. A la semana siguiente me llamaron para un rueda de reconocimiento. Me pusieron tras un cristal y entraron cinco hombres. ¿Cuál de ellos lo hizo?, me preguntaron. Dudé un instante, pero después de examinar los ojos de todos lo tuve claro: El de la camisa azul. A los otros cuatro los soltaron, pero yo seguí al del jersey rojo hasta su casa. Saqué las tijeras y le dije: ¿Te acuerdas de mí?
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